
La lógica dice que cuando llueve, las aguas de los campos sojeros termina en el Río Uruguay, y allí van a parar los agrotóxicos y plaguicidas. Pero claro, siguiendo el plan perverso, todo tipo de contaminación en las aguas de la zona, aves muertas, dermatitis y demás, se le echa la culpa a una empresa de otro país.

Tener un puente internacional cortado de manera permanente desde hace casi cuatro años no es barato. Mantener la mentira en los medios de comunicación no es gratis. Allí está también el dinero de la soja, a través de la servil Federación Agraria Argentina (o deberíamos decir: Federación Agrotóxica y Agrogarca Argentina). No por nada en la provincia de Entre Ríos la preside el cerdo desabastecedor Alfredo de Angeli, quien antes de poner a su federación de rodillas ante la Sociedad Rural (y chupa que te chupa) era la cara visible de la Asamblea Sojera y Asesina de Gualeguaychú.
En esta trama perversa e infame también están metidas las multinacionales que venden los agrotóxicos a los sojeros, con financiamiento indirecto, claro está.
Y NO DEBEMOS OLVIDAR NUNCA, la ayuda que les dieron estos piqueteros pseudo ambientalistas a los agrogarcas desabastecedores, cuando protestaban por el aumento de las retenciones a la soja.
Entonces todo cierra: El corte del puente internacional General San Martín se basa en la mentira y el engaño, en el encubrimiento de los verdaderos contaminadores del agua y los suelos: LOS MALDITOS SOJEROS.
¿Despertará alguna vez el pueblo de Gualeguaychú de esta perversa e infame mentira a lo que lo someten?
¿Habrá JUSTICIA alguna vez frente a tanta mentira, impunidad e infamia?