domingo, 27 de marzo de 2011

Mario llambías, ése pícaro gordito...



Todos recordamos el cuento que terminaba diciendo "y este pícaro gordito se lo comió". Antes, el dedo más chico habia puesto el huevo, el otro le sacó la cáscara, el otro lo cocinó, el otro le puso la sal y el pícaro gordito se lo englutía. El gordito lo quiere todo. Que los intermediarios no le saquen nada porque él es dueño de todo (eso cree). Asi es, Marito lo hizo de nuevo. Su clase ve fantasmas de trapos rojos, o es que los necesita en su desesperación? Ya no tienen a los militares, tan serviles en otras épocas a sus caprichos de clase. En fin, Marito, la democracia es así. Y ya no están los rojos como excusa, ni siquiera los trapos, y tus frases son las de un perverso extraviado que roza la apología del delito.

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Hasta siempre compañero, SIEMPRE TE RECORDAREMOS!!!

Néstor pide Juicio a las Juntas (1983)

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